[...]
- Les patearéis el culo -respondió-. Me gusta ese entrenador de color que tenéis. Sólo habéis cometido dos fueras de juego esta temporada. Eso indica una buena preparación. Y su hijo, Ike, corre como un galgo.
- Además es un gran tipo -aseguré.
- Ten cuidado con el ser humano -dijo-. En general, es una mala raza.
- Eugene Haverford, el filósofo -dije.
- Eugene Haverford, el realista. Si alguna vez quieres hablar conmigo de la chica, estaré encantado de hacerlo.
- ¿Chica? ¿Qué chica?
- La rompecorazones -respondió en voz baja-. Sucedió anoche, ¿verdad, chaval? Tómate el tiempo necesario. Estoy aquí todas las mañanas, medio borracho pero siempre listo para hablar, con un gran fardo de vida a mis espaldas y apenas un poco por vivir. Ahora, ve a compartir las noticias del mundo por Charleston.
[...]
Extracto de "El primer verano de nuestras vidas." Pat Conroy.